Para que mamá no diga que no me casé.


Eran tiempos de guerra, corria el año 1940 en la bella ciudad de Madrid, pero la tarde del 27 de abril ocurriría un hecho insólito. Julia Muñoz con tan solo 31 años, al sentir el deseo de ser viuda, se casa con un hombre de unos 35 años condenado a muerte. Julia, embarazada de dos meses, se convirtió en viuda ese mismo día, vaya suerte!

Y al casarse por poderes, nunca llegaron a verse como marido y mujer. Un tipo rápido este Arturo Lodeiro, sentenciado a muerte, delito: no consta.

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